Anteriormente en nuestro Blog te hemos hablado de los beneficios de beber vino tinto, pero hoy queremos hablarte sobre el vino blanco. Es un producto imprescindible de nuestra gastronomía. Su sabor delicado y elegante hace que sea la opción elegida por muchos a la hora de disfrutar de una velada especial con buena compañía o para acompañar un buen aperitivo o comida.

Es una bebida que funciona de forma excelente tanto por sí sola, como a modo de maridaje de una gran variedad de productos, acompañando y complementando el sabor de los platos.

Esta bebida, además cuenta con una gran variedad de propiedades nutricionales muy interesantes para la salud que benefician a nuestro organismo.

A continuación, vamos a descubrir los motivos y beneficios del vino blanco para la salud y como un buen aliado en nuestra dieta.

Propiedades que tiene el vino blanco

Propiedas del vino blanco

-Contiene sustancias nutritivas: El vino blanco contiene vitaminas y minerales como calcio, zinc, potasio, hierro, fósforo, magnesio, vitaminas K, B6 y niacina. Estos componentes son esenciales para mantener el cuerpo saludable, pues intervienen en muchos procesos del organismo.

-Es bueno para el corazón: Beber vino de forma moderada puede ayudar a disminuir los riesgos de padecer enfermedades cardíacas ya que reduce las probabilidades de coagulación de la sangre y ayuda a potenciar la función cardíaca y el rendimiento vascular.

-Previene enfermedades pulmonares: La ingesta moderada de vino blanco puede mejorar la salud pulmonar y prevenir la aparición de enfermedades pulmonares debido a su contenido en un antioxidante llamado resveratrol, sustancia natural presente en la uva.

-Ralentiza el deterioro cerebral: Beber vino blanco ayuda a proteger el cerebro debido al ácido fenólico que posee, cuya función es la de reducir el deterioro del cerebro y las enfermedades degenerativas derivadas de este, como es el caso de la demencia o el Alzheimer.

-Favorece el descanso: Tomar una copa de vino blanco por la noche ayuda a dormir mejor ya que contribuye al aumento de horas de sueño profundo y relaja y calma la mente.

-Disminuye el estrés: El vino blanco ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Lo consigue principalmente relajando los músculos y mejorando el sistema respiratorio.

-Combate el envejecimiento: El vino blanco es rico en antioxidantes, lo que nos ayuda a frenar el envejecimiento de las células y mantener nuestra piel y nuestras células jóvenes.

Tipos de vino blanco que existen

Existe una gran variedad de clases de vino blanco y cada uno de ellos tiene unas características y matices que los diferencian.

A continuación, vamos a clasificar los distintos tipos de vinos blancos según: la uva con que se fabrica, su cantidad de azúcar y su elaboración.

Estas diferentes clasificaciones nos ayudarán a tener una visión más global sobre los vinos blancos que existen, y poder elegir con mayor criterio el vino idóneo para cada ocasión.

Así pues, comenzaremos nuestra clasificación por su materia prima, la uva.

tipos de uva blanca

Vinos blancos según la variedad de la uva blanca

Las uvas blancas son la materia prima a partir de la cual se fabrica esta deliciosa bebida. Para la elaboración de un vino se puede utilizar solo una variedad o más de una.

Conocer el tipo de uva que ha sido utilizado en la elaboración de cada vino, nos puede dar una idea del sabor y olor que tendrá, de si nos gustará y de si será un maridaje apropiado para nuestros platos.

A continuación, vamos a describir las características de algunas de las uvas blancas de utilización más frecuente, entre ellas encontramos:

Uva Albariño

Uva blanca tradicional de Galicia. Esta uva genera vinos con un amplio abanico de aromas que combinan lo frutal con lo floral. El sabor de este tipo de vino es fresco y suave y dulzón, con suficiente cuerpo como para percibir su acidez equilibrada y sus amplios matices.

Estos vinos son perfectos para acompañar aperitivos y platos de pescado y marisco. 

Uva Verdejo

Se trata de una uva blanca originaria de Rueda. Con ella se elaboran vinos muy aromáticos, con cuerpos suaves y acidez equilibrada.

La uva blanca Verdejo es conocida por la gran cantidad de vinos puros que se realizan con ella. El vino blanco resultante de esta materia prima tiene una acidez entre media y alta, su sabor es suave y deja un regusto amargo en boca, con aromas muy marcados a hierbas y flores blancas.

Uva Torrontés

Es una variedad con matices frutales y un sabor seco.

Uva Malvasía

Se trata de una de las uvas que lleva más tiempo cosechándose en España y Portugal. Sin embargo, su alta sensibilidad a las plagas de los cultivos ha hecho que su producción se reduzca progresivamente. Esto la ha convertido en una variedad bastante cara, exclusiva y valorada.

El vino blanco que produce se caracteriza por aromas vivos e intensos, muy dulzones y con una elevada graduación alcohólica. Es poco frecuente encontrar vinos fabricados íntegramente con esta uva, por lo que son únicos y muy queridos. Su consumo está recomendado en el acompañamiento de postres y de pescados blancos.

Uva Viognier

Una uva de origen francés. Los vinos de esta variedad destacan por sus aromas intensos, donde es fácilmente identificable el recuerdo del albaricoque y del melocotón. Son vinos con escasa acidez y una carga alcohólica moderada.

tipos de vino blanco por su cantidad de azúcar

Vinos blancos en función de su cantidad de azúcar

El azúcar es un componente que se encuentra de forma natural en las uvas. Y tiene mucho peso a la hora de conformar un tipo de vino u otro.

Durante el proceso de fermentación un porcentaje de este azúcar se transforma en alcohol, mientras que otro porcentaje permanece en el líquido y es responsable de su característico sabor dulce.

Vino blanco seco

Tipo de vino blanco que contiene una menor cantidad de azúcar en el producto final. Se consideran vinos secos aquellos que presentan menos de 5 gramos de azúcar por litro, lo que implica que durante la fermentación del mosto se ha permitido que prácticamente todo el azúcar de la uva se convierta en alcohol. Tal y como su propio nombre indica ofrecen una textura seca junto con un sabor fuerte, que pasa por la boca sin apenas dejar reminiscencias de su aroma.

Los vinos blancos secos son adecuados para aperitivos ligeros y marisco, como por ejemplo una tabla de quesos y sushi.

Vino blanco semiseco

Se caracteriza por una cantidad de azúcar de entre 5 y 15 gramos por litro. Comparte muchos rasgos con el vino blanco seco, con la diferencia de que resulta ligeramente más dulce y tiene cierta permanencia en boca. Algunos ejemplos son el Tempranillo y el Albariño.

También son recomendados con aperitivos y mariscos, puesto que mantienen la ligereza y los aromas de los vinos secos.

Vino blanco semidulce

Se caracteriza por tener una cantidad de azúcar que oscila entre los 30 y los 50 gramos en cada litro de vino blanco. Su textura es mucho más suave que en los vinos secos y semisecos, lo que se traduce en una buena permanencia de los aromas en boca. Cuentan con unas cualidades organolépticas más complejas y su cata evoca ligeros recuerdos herbáceos y amaderados, que se complementan con otras intensas notas frutales y florales. Un ejemplo es el Rueda.

Los vinos blancos semidulces se recomiendan para platos principales de pescado y marisco, aunque también como acompañamiento de algunas carnes blancas.

Vino blanco dulce

Tipo de vino blanco que contiene una mayor cantidad de azúcar, superando los 50 gramos por cada litro. Tiene un sabor complejo y profundo, que se manifiesta a través de una textura con gran cuerpo y suavidad. Son los vinos blancos que mayor tiempo permanecen en boca, por lo que su cata permite detectar una amplia variedad de aromas. Estos suelen ser marcadamente frutales y florales.

Los vinos blancos dulces son los que deben servirse más fríos, recomendablemente a una temperatura de entre 2º y 5º. Son perfectos para pescados y mariscos, aunque también aportan contraste a platos de carnes blancas y de pasta.

vino blanco según su elaboración

Tipos de vino blanco según la elaboración

El proceso de elaboración de un vino blanco es un factor decisivo a la hora de clasificar los diferentes tipos de vino.

En sí, las fases suelen ser las mismas, pero cambia el tiempo que se dedica a cada una de ellas. Es aquí donde se establece la complejidad del líquido resultante, y lo que nos lleva a diferenciar entre vinos blancos jóvenes, vinos blancos fermentados en barrica y vinos blancos crianza. A continuación, detallamos las principales diferencias que existen entre ellos.

Vino blanco joven

Los vinos blancos jóvenes son aquellos que no ha pasado una fase de maduración o envejecimiento. Estos gozan de sabores muy afrutados, poco densos y complejos y se recomienda consumirlos en un periodo no superior a los 5 años tras su fabricación.

Vino blanco fermentado en barrica

Estos vinos se han fermentado en una barrica de madera, en vez de en la cuba de acero inoxidable convencional. La fermentación en barrica da lugar a vinos blancos con aromas más enriquecidos e intensificados, dando lugar a un producto final de gran presencia y densidad en boca.

Vino blanco crianza

Un vino blanco crianza es aquel que ha tenido un proceso de elaboración más largo, con un envejecimiento de al menos 24 meses. Los vinos crianza pasan entre 6 y 12 meses madurando en barrica. Y luego se embotellan y se almacenan 12 meses más. Por todo ello, estos vinos gozan de una gran complejidad y densidad, y son tan reconocidos y apreciados.

¿Qué es más saludable, el vino blanco o el vino tinto?

Independientemente de las diferencias en torno a los sabores, aromas y las preferencias o gustos de cada uno con respecto al vino tinto o vino blanco, ¿qué elección es mejor para la salud?

En primer lugar, hay que decir que ambas opciones poseen numerosas propiedades y beneficios para nuestra salud. Sin embargo, el vino tinto a menudo se considera la opción más saludable debido a la forma en la que es preparado.

En el proceso de elaboración del vino tinto las uvas son trituradas con la piel, mientras que en el vino blanco la piel de las uvas se deshecha. Y es justo ahí, en la piel, donde se encuentra un antioxidante llamado reservatrol, el cual contiene importantes beneficios para la salud. Por tanto, se considera más saludable el vino tinto porque tiene una mayor cantidad de esta sustancia.

Esto no quiere decir que el vino blanco no aporte beneficios para la salud, pues como hemos visto anteriormente tiene muchos, simplemente que los beneficios del vino tinto son más notables.

En cuanto a la cantidad de calorías, hay poca diferencia entre el vino tinto y el vino blanco.  El quid está en el grado alcohólico, los azúcares presentes y el volumen de la copa. Por eso, es mejor elegir vinos con una fermentación más larga, pues cuanto más joven sea el vino más azúcar tiene.

Vino blanco, desventajas

Tomar vino blanco o tinto es bueno para la salud, siempre y cuando se haga en cantidades moderadas. No obstante, un exceso puede ocasionarnos daños en el organismo.

El vino es beneficioso nutricionalmente porque está elaborado con uva, una fruta con numerosas propiedades, sin embargo, también posee alcohol, y como tal un consumo excesivo de alcohol puede derivar en enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio, disminución de la memoria, dificultad en la toma de decisiones, falta de control de la conducta y/o disminución de la capacidad organizativa.

Por ello, la OMS recomienda no ingerir más de 2 copas de vino al día en el caso de los hombres y 1 copa al día en el caso de las mujeres.

desventajas del vino blanco

Con todo ello, podemos concluir afirmando que puedes disfrutar de una buena copa de vino siempre que quieras. Lo importante es mantener el equilibro para preservar nuestra salud y beneficiarnos al máximo de todas las ventajas que esta bebida ofrece. 

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